Huevos benedictinos: el desayuno favorito de James Bond
Los huevos benedictinos son un plato típico de la cocina estadounidense, que consiste en dos mitades de un panecillo inglés tostado, cubiertas con jamón o bacón, huevos escalfados y salsa holandesa.
Se trata de un desayuno contundente y delicioso, que además tiene una curiosa historia y una relación con el mundo de la literatura y el cine.
¿Cómo se preparan los huevos benedictinos?
Para hacer este plato para dos personas, necesitamos los siguientes ingredientes:
• 4 huevos
• 2 panecillos ingleses
• 4 lonchas de jamón o bacón
• 100 g de mantequilla
• 2 yemas de huevo
• El zumo de medio limón
• Sal, pimienta y perejil
• 4 aceitunas verdes (opcional)
Preparación
El primer paso es preparar la salsa holandesa, que es una emulsión de mantequilla, yemas de huevo y zumo de limón. Para ello, ponemos la mantequilla en un cazo a fuego bajo y la dejamos derretir. En un bol, batimos las yemas con el zumo de limón, la sal y la pimienta. Ponemos el bol al baño maría y vamos añadiendo la mantequilla derretida poco a poco, sin dejar de batir, hasta obtener una salsa espesa y cremosa. Reservamos la salsa en un lugar templado.
El segundo paso es escalfar los huevos, es decir, cocerlos en agua sin que llegue a hervir. Para ello, ponemos una olla con agua y un poco de vinagre a fuego medio-alto. Cuando empiece a formar burbujas, bajamos el fuego y rompemos los huevos de uno en uno en un cuenco. Con una cuchara, hacemos un remolino en el agua y deslizamos el huevo con cuidado en el centro. Dejamos que se cueza durante unos 3 minutos, hasta que la clara esté firme y la yema líquida. Con una espumadera, sacamos el huevo y lo ponemos en un plato con papel de cocina para escurrir el exceso de agua. Repetimos el proceso con los demás huevos.
El tercer paso es tostar los panecillos y dorar el jamón o el bacón. Para ello, cortamos los panecillos por la mitad y los tostamos en una tostadora o en una sartén. En otra sartén, freímos el jamón o el bacón hasta que esté crujiente. Reservamos.
El último paso es montar el plato. Para ello, colocamos una mitad de panecillo en cada plato, la cubrimos con una loncha de jamón o bacón, encima ponemos un huevo escalfado y lo bañamos con la salsa holandesa. Espolvoreamos un poco de perejil picado y, si queremos, adornamos con una aceituna. Servimos caliente y disfrutamos.
Curiosidades sobre los huevos benedictinos, la obra y el autor:
• El origen de los huevos benedictinos es incierto, pero hay varias teorías que lo sitúan en Nueva York a finales del siglo XIX. Una de ellas dice que fue un corredor de bolsa llamado Lemuel Benedict quien los pidió en el hotel Waldorf como remedio para la resaca. Otra dice que fue el chef del restaurante Delmonico's quien los creó para unos clientes habituales, el señor y la señora Benedict. Y otra dice que fue el comodoro E.C. Benedict quien los inventó y se los enseñó a su amigo Edward P. Montgomery, que luego se los contó al periodista Craig Claiborne.
• Los huevos benedictinos aparecen en la novela "El hombre de la pistola de oro", de Ian Fleming, publicada en 1965. Se trata de la última novela de la saga de James Bond, el famoso agente secreto británico. En el capítulo 8, Bond desayuna unos huevos benedictinos en el hotel Thunderbird de Miami, donde se aloja mientras espera la llegada de su enemigo, el asesino Francisco Scaramanga. Bond los pide con salmón ahumado en lugar de jamón, y los acompaña con un café y un zumo de naranja. En la novela, Scaramanga es de origen catalán.
• Ian Fleming fue un escritor, periodista y oficial de inteligencia británico, nacido en 1908 y fallecido en 1964. Es el creador de la serie de novelas de espías protagonizadas por James Bond, que se basan en parte en sus propias experiencias durante la Segunda Guerra Mundial, cuando trabajó en la División de Inteligencia Naval. Fleming escribió 12 novelas y 2 colecciones de relatos sobre Bond, además de otras obras como "Chitty Chitty Bang Bang", una historia infantil.
Sus libros han sido adaptados al cine en más de 20 ocasiones y han vendido más de 60 millones de copias en todo el mundo.
• Los huevos benedictinos son una comida muy nutritiva y energética, que aporta proteínas, hidratos de carbono, grasas y vitaminas. Son ideales para empezar el día con fuerza y vitalidad, y para recuperar el apetito después de una noche de fiesta o de trabajo. También tienen propiedades beneficiosas para la salud, como mejorar la circulación, prevenir la anemia, fortalecer los huesos y el sistema inmunológico, y favorecer la digestión.
• "El hombre de la pistola de oro" es una novela que narra el enfrentamiento final entre James Bond y Francisco Scaramanga, un asesino a sueldo que utiliza una pistola de oro como arma distintiva y que cobra un millón de dólares por cada víctima. La novela está ambientada en Jamaica, donde Fleming tenía su residencia, y en otros lugares del Caribe. La novela fue publicada póstumamente, después de la muerte de Fleming, y fue la última que escribió. Algunos críticos la consideran una de las más débiles de la serie, mientras que otros la elogian por su tono sombrío y realista.
• Ian Fleming fue un escritor que tuvo una gran pasión por la gastronomía y el buen vivir. En sus novelas, describe con detalle las comidas y bebidas que consume James Bond, que reflejan su gusto por los platos refinados y exóticos, así como por los cócteles clásicos y sofisticados. Fleming también escribió un libro titulado "Thrilling Cities", en el que relata sus viajes por el mundo y sus experiencias culinarias en diferentes ciudades. Fleming era un gran aficionado al caviar, al champán, al foie gras, al curry, al sushi y al Martini, entre otras delicias.
Las otras recetas de James Bond. Porque no sólo de Dry Martinis vive el agente secreto.
Vive y deja morir
"Ma Frazier's suponía un alegre contraste a las amargas calles. Tenían un excelente menú con almejas, pollo frito y maíz dulce"
Operación Trueno
"James Bond habría estado más preocupado si no fuera por tres obsesiones que pertenecían a su vida anterior, entre las que se encontraba un deseo apasionado por un gran plato de espagueti a la boloñesa con extra de ajo acompañados de una botella del chianti más barato"
Dr. No
"Mi habitación está ahí al lado" Dijo ella haciendo un gesto hacia la puerta. Es muy pequeña, pero hay sitio para los dos. Venga, es solo una cena fría: langosta y fruta"
La espía que me amó
Era parte de mi antigua vida, mil años atrás, antes de que llegaran los hombres. Cada bocado -un poco de huevo, el bacón crujiente, un mordisco de la tostada con mantequilla- era una exquisitez que mantenía ocupados a mis sentidos.
Casino Royale
"Me gustaría empezar por caviar y después tomaré una "rognon de veau" (riñón de ternera) a la plancha con "Pommes soufflées" (Las pommes soufflées son las patatas cortadas muy finas y fritas en aceite templado para luego freirlas en aceite caliente. Su aspecto es similar al de un balón completamente hinchado.). Querría también "fraises des bois" con mucha nata" (fresa silvestre o meruéndano con nata). Pidió ella.
"Yo acompañaré a la señorita con el caviar, pero querría unos "tournedos" (Un turnedó o tournedó es un corte transversal del centro del solomillo de buey o de ternera. Atado con una guita a una fina banda de tocino blanco de cerdo que le da la vuelta lateralmente) poco hechos, con salsa Bearnais" (La salsa bearnesa es una salsa emulsionada a base de mantequilla y yema de huevo, condimentada con estragón y chalotas, con perifollo, cocinado en vino y vinagre para hacer un glaseado. Se sirve caliente.) y "coeur d'artichaut" (corazón de alcachofa). Mientras Madamoiselle disfruta sus fresas, yo desearía medio aguacate con aliño francés (Vinagreta francesa de limón, mostaza y miel)"
Goldfinger
Mr. Du Pont cerró el menú de golpe y le dijo a Bond: "¿Por qué no me dejas esto a mi? Si hay algo que no te gusta, lo devuelves". Y ya, dirigiéndose al camarero: "Cangrejos, que no sean congelados, sino frescos. Mantequilla derretida. Tostadas gruesas. ¿De acuerdo?
Diamantes para la eternidad
"Me he tomado la libertad de pedir salmón ahumado y Brizzola" dijo Leiter. "Aquí tienen algunas de las mejores carnes de América, y la Brizzola es el mejor corte. Ternera, cortada justo a través del hueso. Asada y después a la parrilla. ¿Te parece bien?"
Solo se vive dos veces
"Estás a punto de comer lo que lo resume todo, la carne más exquisita y suculenta del mundo, la de Kobe, pero a un nivel que no encontrarás ni en el restaurante más caro de Tokio."
Ignacio Builes
Deseando probar lis huevos benedictinos.